El pasado lunes 25/01/2021 dimos comienzo a la asamblea. Los bombones llegaron a clase y... ¡NO HABÍA ASAMBLEA! Menudo alboroto. ¿Quién se la ha llevado? ¡Qué problemón! ¿Qué íbamos a hacer? Los peques enseguida me dijeron que se la había llevado el Duende Travieso. ¿Pero por qué? Entonces decidimos escribirle una carta en la que le preguntábamos si se la había llevado y, si era así, que por qué.
Al día siguiente, el martes, llegamos a clase y nada. Ni una carta ni una pista ni nada de nada. ¡Vaya con el duende! Y cuando casi nos íbamos a casa, aparece Gema, la conserje, con una carta para nosotros. Nos dijo que un duende llegó a la conserjería y le pidió que nos la entregara. En esa carta nos decía que sí, que él se había llevado la asamblea porque en una escuela infantil habían leído el cuento de "El bosque de las siete setas" https://youtu.be/16vzTuRIVa4 y necesitaban la asamblea. Nosotros le escribimos otra carta y le dijimos que vale, que para los pequeños, pero que nos tenía que traer otra en la que hubiera muchos colores.
El miércoles llegamos a clase y... ¡Oh! ¡Sorpresa! Había algo en la pizarra. ¡Una carta! Qué ilusión. Nos sentamos corriendo en la asamblea para leerla.
La abrimos y esto era lo que nos contaba:
Los bombones estaban emocionados y nerviosos esperando la pista nueva. Y esta pista llegó de repente después del recreo. No era una pista, sino cuatro pistas. Pistas que eran adivinanzas y una para cada equipo.
-Equipo rojo: "La pista encontrarás donde las manos te lavarás". ¡El baño! Contestaron muchos casi al momento.
-Equipo amarillo: "
La pista encontrarás donde tus cosas dejas al entrar". Aquí hubo un par de respuestas: en las cajas de los trabajos y en las perchas. ¿Y dónde están en las perchas? ¡En el pasillo!
-Equipo azul: "La pista verás donde cuando llueve no puedes jugar". Increíble. Qué velocidad en la respuesta. Bien claro tenían que el duende se refería al patio.
-Equipo verde: "La pista hallarás donde te sientas a trabajar". La respuesta a esta pista también la tuvieron muy clara: las sillas.
Me costó retenerles según iban escuchando las pistas. Todos tenían que salir a buscar sus respectivas pistas a la vez. Fueron súper veloces.
Ya solo había que abrir cada sobre para ver qué contenía:
¡Un pulpo! Me dijeron unos cuantos.
Aquí lo tuvieron más claro: era una abeja.
¡Una cabeza!
A medida que salían las distintas pistas las íbamos colocando en el suelo. ¡Ay! Cuando le tocó el turno al equipo amarillo... No había nada dentro. Nada de nada. ¡No podía ser! El Duende Travieso no había metido nada dentro. O sí y se le había perdido por el camino... Les pregunté qué creían que era lo que faltaba y me contestaron sin dudar que las alas. Así que nos dirigimos al pasillo en busca de las alas que seguro que se le habían caído al duende. Casi al final del pasillo las encontramos y pudimos terminar nuestro puzzle "abejil":
Muy bien. Ya sabíamos quién iba a ser la protagonista de nuestra asamblea: la abeja. Le escribimos al duende una nueva carta para pedirle las cosas de la asamblea.
El jueves la profe Gema vino a nuestra clase alucinada porque un duende se le había agarrado al baby y le había dicho que traía una nueva carta para nosotros pero que tenía mucha prisa y que no le daba tiempo a llegar a nuestra clase. Nos la dio y la leímos enseguida:
Pero Gema no tenía nada más para nosotros. ¿Dónde estaban las cositas? Pues las tenía la profe Raquel. Este duende... Repartiendo todo por ahí. Nos trajo abejas de colores, una rama con cuatro colmenas, una margarita, letras y carnés nuevos. Y no le bastó con traer carnés nuevos. No. Sino que cambió a muchos bombones de equipo:
La estrella ya la teníamos.
Nos gustó todo mucho pero echamos en falta muchas cosas. Pues otra carta que le escribimos:
Hemos tenido una semana muy intensa como habéis podido leer y ver. ¡Qué bien se lo han pasado! El juego de las pistas les ha encantado y me han dicho que quieren más juegos de pistas como el que les hizo el duende. Así que la profe Belén se pondrá manos a la obra en cuanto tenga un ratito.
