Otra de las maneras en las que estamos trabajando los números y sus grafías de la segunda decena es a partir de los números vecinos. Con los números vecinos creamos la necesidad de poner un número más en la alfombra numérica. Por ejemplo: tenemos colocada la alfombra hasta el número diez sobre el suelo y les preguntamos que quiénes son los vecinos del diez. Enseguida contestan que el nueve y el once. Pero... ¡oh, oh! ¿Dónde está el once? Lo buscamos, lo colocamos y trabajamos con él: cómo se escribe y cómo contamos hasta él y desde él hasta el uno. Lo mismo hicimos con el once para crear la necesidad de sacar el número doce. Con estos tres números (diez, once y doce) ya podíamos seccionar la alfombra y contar hacia adelante y hacia atrás. Incluso jugar a localizarlo de manera arbitraria.
¡Bienvenidos a mi blog! Aquí podréis ver cómo trabajo en mi aula con mis bombones. También os dejo materiales y recursos interactivos. ¡Espero que os sean de utilidad! Ahora también en Instagram: @bombonesdeinfantil
domingo, 27 de enero de 2019
Afianzamos la grafía de los números 10-11-12.
25/01/2019.
Otra de las maneras en las que estamos trabajando los números y sus grafías de la segunda decena es a partir de los números vecinos. Con los números vecinos creamos la necesidad de poner un número más en la alfombra numérica. Por ejemplo: tenemos colocada la alfombra hasta el número diez sobre el suelo y les preguntamos que quiénes son los vecinos del diez. Enseguida contestan que el nueve y el once. Pero... ¡oh, oh! ¿Dónde está el once? Lo buscamos, lo colocamos y trabajamos con él: cómo se escribe y cómo contamos hasta él y desde él hasta el uno. Lo mismo hicimos con el once para crear la necesidad de sacar el número doce. Con estos tres números (diez, once y doce) ya podíamos seccionar la alfombra y contar hacia adelante y hacia atrás. Incluso jugar a localizarlo de manera arbitraria.
Otra de las maneras en las que estamos trabajando los números y sus grafías de la segunda decena es a partir de los números vecinos. Con los números vecinos creamos la necesidad de poner un número más en la alfombra numérica. Por ejemplo: tenemos colocada la alfombra hasta el número diez sobre el suelo y les preguntamos que quiénes son los vecinos del diez. Enseguida contestan que el nueve y el once. Pero... ¡oh, oh! ¿Dónde está el once? Lo buscamos, lo colocamos y trabajamos con él: cómo se escribe y cómo contamos hasta él y desde él hasta el uno. Lo mismo hicimos con el once para crear la necesidad de sacar el número doce. Con estos tres números (diez, once y doce) ya podíamos seccionar la alfombra y contar hacia adelante y hacia atrás. Incluso jugar a localizarlo de manera arbitraria.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario